Durante las sesiones, me di cuenta de que los familiares también necesitan apoyo, ¿quién cuida de quien cuida? Por ello, me he comprometido a establecer un fuerte vínculo terapéutico y guiar la gestión de la sobrecarga de los cuidadores, en ayudarles en su situación personal e individual y en la de sus familiares. Considero importante abordar las estrategias de afrontamiento emocional y la comunicación asertiva de una manera sana para evitar complicaciones que puedan derivar en ansiedades y depresiones futuras que serán más difíciles de trabajar. Abogo por una cultura de prevención y de asistencia psicológica al alcance de todos, de todos los hogares.